Publicación del libro del Gran Maestre sobre la espiritualidad de la Orden
© LEV Detalle de un mosaico del P. Rupnik (capilla Redemptoris Mater en el Vaticano) representando el episodio del Evangelio en el que María de Betania ungió los pies de Jesús y los limpió con sus cabellos. «Y toda la casa se llenó de la fragancia del perfume» (Juan 12,3).
«E tutta la casa si riempì del profumo dell’unguento» («Y toda la casa se llenó de la fragancia del perfume»), este es el título del libro del cardenal Fernando Filoni publicado por la Libreria Editrice Vaticana y que estará disponible en las librerías a mediados de diciembre de 2020 para la versión italiana. Las versiones en otros idiomas se publicarán en 2021.
El Gran Maestre de la Orden se dedicó durante el confinamiento, con cuidado y atención, a la redacción de este texto que tiene por objeto apoyar a los Caballeros y Damas que viven diariamente su espiritualidad a la luz del Santo Sepulcro.
En la introducción de su libro, el cardenal Filoni comenta: «Con frecuencia, los miembros de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén se preguntan si la participación en esta antigua y noble institución implica una auténtica “espiritualidad”. La cuestión es pertinente en la medida en que no se trata de una Orden caballeresca meramente honoraria; por el contrario, es una entidad activa y esencial con responsabilidades y compromisos que los Papas les han ido confiando progresivamente».
El texto coge al lector de la mano y le hace descubrir las dos dimensiones clave de la espiritualidad de la Orden: la dimensión bíblica y la eclesiológica. Desde la unción en Betania hasta el pie de la Cruz, desde la tumba vacía hasta el final del camino recorrido con los discípulos de Emaús, el cardenal Filoni nos invita a seguir los pasos de Jesús en la tierra que tanto apreciamos y en la tierra santa de nuestra vida diaria. La gracia que nos ha sido concedida por el Bautismo nos hace entrar en la vida de la Iglesia, Madre que acompaña a Caballeros y Damas de la Orden del Santo Sepulcro en su viaje. Es en esta dimensión eclesial, con sus Caballeros y Damas firmemente unidos a la Palabra de Dios, a la oración y a los sacramentos, donde la espiritualidad de la Orden crece, madura y se convierte en un regalo para la Iglesia Universal.
Y es así como la fragancia de ese perfume con el que María desea ardientemente ungir el cuerpo de Jesús como se encuentra en nuestras manos hoy. Podemos elegir lo que queremos hacer con ella, y durante siglos se ha hecho una propuesta a Caballeros y Damas: «La pertenencia a la Orden nos permite continuar el trabajo de María de Betania, es decir, ungir nosotros también el “Cuerpo de Cristo” que es la Iglesia, en la que Jesús vive hoy. Me refiero a la Iglesia en su realidad universal y local, pero para los miembros de la Orden en particular, a la Iglesia Madre de todas las Iglesias, la Iglesia de Jerusalén que Jesús nos ha confiado con sus fieles, sus peregrinos, sus refugiados y sus pobres», explica el Gran Maestre.
Cumpliendo esta misión, ungiendo hoy el Cuerpo de Cristo, contribuiremos humildemente a esparcir la fragancia del perfume en el hogar donde tenemos la alegría de vivir nuestra Iglesia.
(Octubre 2020)