Fascinado por la Orden durante una peregrinación
Jean-Paul Sonnen era uno de los miembros de la Lugartenencia de Canada - Vancouver investido el pasado 9 de octubre. Estaba feliz y orgulloso de haber sido recibido como miembro y explicó su evolución hacia la Orden de una manera muy especial: “Se podría decir que fue un acto de la Providencia que comenzó en Tierra Santa y terminó en Roma”.
Jean-Paul vivía en Roma desde hacía ocho años como estudiante diplomado, organizador de viajes y guía histórico en Roma y el Vaticano. Fue durante un viaje a Tierra Santa por Navidad del 2006 cuando entró en contacto por primera vez con la Orden en la misa del Gallo en Belén. “Anteriormente, mi única experiencia con la Orden había sido en La Veranda, Roma (un restaurante situado en el Palazzo della Rovere del Magisterio)”, dice éste con una gran sonrisa.
“Pero fue en la misa del Gallo en Santa Catalina en Belén donde vi a los miembros de la Orden rezando. No sabía quiénes eran, pero era impresionante”. La peregrinación de Jean-Paul a Tierra Santa estaba organizada por la Opera Romana Pellegrinaggi e incluía la presencia de un capellán así como las visitas del Santo Sepulcro e incluso una experiencia sobre el terreno a través de la visita especial de una escuela cristiana en Palestina. Jean-Paul recuerda aún: “Encontrar a las religiosas y ver a los niños de la escuela fue una experiencia muy fuerte. Habíamos escuchado sus experiencias y nos habíamos dado cuenta del valor de su presencia. Me impresionó mucho el trabajo de la Orden que quiere preservar esa comunidad tan frágil”.
Durante su estancia en Roma encontró al Pr. Thomas McKiernan, Presidente de la comisión de Tierra Santa, que se encuentra a menudo en Roma por diversos asuntos. Se dieron cita para comer juntos en el Borgo Pio y enseguida surgió una verdadera amistad con un interés común por todo lo relacionado a la Iglesia en Tierra Santa. Cuando Jean-Paul se mudó a Vancouver en 2012, se hizo muy amigo de la Dama Constance Roche, miembro desde hace mucho de la Lugartenencia de Vancouver.
“Ser miembro es un honor, pero engendra también una gran responsabilidad y una gran confianza en Dios. En la Iglesia ese papel tiene que ser realizado con entusiasmo”. A los recuerdos de su viaje de Navidad a Tierra Santa, hoy, Jean-Paul añade el recuerdo de un paseo a cinco kilómetros al este de Belén, en el pueblo de Beit Sahour (el Campo de los pastores). Allí fue donde el Ángel se apareció a los pastores anunciándoles el nacimiento de Jesús: “No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor” (Lucas 2, 10-11).
Jean-Paul también realizó una visita a la Iglesia griega ortodoxa construida sobre una gruta, así como a la Iglesia de rito latino construida por los franciscanos en 1950. Fue inspirada por las palabras de las Escrituras inscritas en una placa de arcilla fijada en la gruta: Gloria in excelsis Deo et in terra pax hominibus bonae voluntatis. La Lugartenencia de Vancouver apadrina una escuela en el mismo lugar de la Parroquia de Nuestra Señora de Fátima en Beit Sahour.
(20 noviembre 2014)