Un taller de mosaicos al servicio de los refugiados en Jordania

La Orden apoya actualmente esta bella iniciativa del Patriarcado Latino de Jerusalén a través de la Lugartenencia de Alemania.

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Living Mosaics

El Patriarcado Latino de Jerusalén ha lanzado un nuevo proyecto llamado «Mosaico vivo», para ayudar a los cristianos iraquíes refugiados en Jordania.

Este proyecto consiste en dar una formación a los refugiados para que puedan realizar mosaicos, desde la concepción hasta la fabricación, apoyándose en diferentes técnicas y con herramientas tradicionales como la martelina.

Gracias a la abundante historia de artesanía de mosaicos y omeyas, este proyecto se ha desarrollado en la ciudad de Madaba. Este taller es beneficioso para los refugiados por muchas razones. Por una parte, esta creación de empleo les va a permitir ganar cada día 10 dinares jordanos y así poder sobrevivir, sin contar con la posibilidad de vender las obras a diferentes instituciones. Por otra parte, este taller va a ser la ocasión para esas personas de utilizar su tiempo libre para el aprendizaje de nuevas competencias y conocimientos profesionales.

De manera más general, este proyecto va a permitir a los refugiados en Jordania tener una ocupación enriquecedora y preparar mejor su instalación en otro país.

El Patriarcado Latino cubre los gastos del material de trabajo, al igual que la piedra, pinzas, argamasa y fibras de madera. El primer mes de formación permitió a diez familias lanzarse en la aventura, después de otros dos meses dieron a otras diez familias la posibilidad de entrar en el proyecto. Siguiendo motivos tradicionales, estas familias de refugiados realizan los mosaicos sobre diferentes soportes de madera, con piedra proveniente principalmente de Jordania. Han realizado un gran mosaico mural con motivos orientales del pintor holandés Piet Gerrits, para la parroquia de Al- Huson, representando la creación con ramos, ángeles, una paloma, árboles, ríos, etc.

El taller produce actualmente numerosos modelos de mosaicos y espera compradores para ayudar a la actividad de estas familias. Este proyecto para los refugiados intenta ayudarlos a estabilizarse y reconstruirse gracias a la actividad del mosaico.

Durante la primavera de 2017, 21 iraquíes entraban diariamente en el taller de Madaba. Además de incrementar sus competencias técnicas, han vuelto a encontrar en ese lugar una comunidad y un sentido a sus jornadas.

 

Charles-Edouard Guilbert


(Verano 2017)