Al centro de la fe:oportunidades espirituales y sociales de verano para los jóvenes en Tierra Santa

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El verano es siempre una época en la que los jóvenes pueden tomarse un tiempo para centrarse en su vida de fe, y en el Patriarcado latino este proceso es acompañado cuidadosa y constantemente por los pastores de las diferentes iglesias pertenecientes a la diócesis de Jerusalén y los sacerdotes que apoyan al grupo Juventud de la Patria de Jesús Palestina (YJHP).

Este verano, manteniendo un alto nivel de precaución en estos tiempos de pandemia, 22 parroquias de Jordania, 2 de Israel y 7 de Palestina consiguieron organizar un campamento de verano para niños y jóvenes. Pudieron pasar tiempo juntos realizando actividades espirituales, pero también recreativas, como talleres, teatro, deportes y bailes, después de un año en el que no siempre fue posible vivir en sociedad.

Los Caballeros y Damas de la Orden del Santo Sepulcro se alegran por haber podido ayudar económicamente en la organización de estas actividades con más de 120 000 dólares procedentes del fondo de actividades pastorales, que se sigue manteniendo para permitir a la población local a conservar su fe viva y fuerte.

Además de los más de 30 campamentos de verano de las parroquias, la YJHP organizó experiencias de verano con el grupo de trabajadores juveniles en julio y con estudiantes universitarios en el monasterio de Cremisán, en Beit Jala, en agosto.  «Y ahora, ¿a dónde vamos?» ("Halla la Wain"): este fue el nombre del campamento de 4 días para 70 jóvenes, hombres y mujeres, ya en el mundo laboral, que se interrogaron sobre los retos de la fe a través del estudio de algunas figuras bíblicas como Abraham y María, y que abordaron temas delicados como el aborto, la eutanasia o el acoso, así como la autoestima y el amor en la pareja.

Los jóvenes estudiantes vivieron una experiencia similar pero centrada en el tema de los sacramentos. El título elegido fue “My faith x7” (Mi fe multiplicada por siete), en referencia al número de sacramentos, que los jóvenes descubrieron de nuevo durante este retiro como soporte esencial de la fe cristiana.

Los paseos, los momentos de relajación entre juegos y bailes, acompañados de conferencias sobre temas específicos, todo ello alimentado por las celebraciones eucarísticas y los momentos de oración, hablaron a los corazones de estos jóvenes y los prepararon con energías renovadas a la reanudación del año académico y laboral después de las vacaciones de verano. Seguimos apoyando con alegría el crecimiento humano y espiritual de estos jóvenes desde la distancia, profundamente gratificados por la oportunidad que tenemos -a través de las contribuciones que enviamos- de ayudar a hacer realidad estos importantes momentos de la vida de fe.

 

Elena Dini

 

(septiembre de 2021)