Miembros de la Orden y testigos del Evangelio vivido

Colombe de Boccard, Dama de la Sección Suiza francófona de la Lugartenencia para Suiza y Liechtenstein, describe el significado de su compromiso con la Orden para los lectores de La Cruz de Jerusalén

«Tuve el gran honor de ser investida en la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro. Esta celebración, tan hermosa como solemne, me conmovió enormemente. Concretó mi deseo de servir a la Iglesia, al Santo Padre, de apoyar a los cristianos de Oriente y de cultivar mi fe.

Como estaba embarazada de nuestro segundo hijo en el momento de la investidura, este compromiso tuvo un significado especial para mí. El amable apoyo y la atención de mi amiga Donata Krethlow-Benziger y mi padrino Jean-Pierre de GlutzRuchti durante este proceso fueron de gran ayuda. Les estoy muy agradecido.

Mi marido es Caballero de la Orden de Malta. Así, a través de nuestra implicación en estas dos Órdenes de la misma familia cristiana, deseamos dar una dimensión espiritual y caritativa a nuestras vidas. También transmitir estos valores a nuestros hijos. Me parece que los valores seculares cultivados por la Orden del Santo Sepulcro: prudencia, justicia, valor y templanza, son más actuales que nunca. Son los fundamentos de la moral cristiana y deben mantenerse en el siglo XXI. Con este compromiso, deseo ayudar a mi prójimo y contribuir, a mi modesto modo, a la paz en Tierra Santa».

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Luca Montaner, 32 años, de la diócesis de Lugano en Suiza, es Caballero de la Orden. Da testimonio de la misión de los miembros de la Orden a través de lo que vivió durante la investidura presidida por el Gran Maestre en Lugano en la primavera de 2022

«Después de dos años durante los cuales la pandemia limitó fuertemente las actividades corrientes de la Lugartenencia para Suiza y Liechtenstein, por fin la primavera pasada fue posible celebrar las nuevas investiduras sin restricciones sanitarias particulares. La emoción de estar juntos en esta jornada festiva fue grande: la catedral de San Lorenzo en Lugano, con tantas hermanas y hermanos, es una imagen que permanecerá durante mucho tiempo en la mente y el corazón de los participantes. En esta ocasión pude tocar y sentir el ambiente familiar de la Orden. Esto también fue posible gracias a la presencia de numerosos invitados internacionales y al honor de recibir en el Tesino al Gran Maestre de la Orden, el cardenal Fernando Filoni, y al Gobernador General, el embajador Leonardo Visconti di Modrone. Reunirnos en torno a ellos y con ellos para rezar juntos, celebrar a las nuevas Damas y Caballeros, nos permitió nutrirnos de la unidad y la comunión que nos une al Santo Padre y a toda la Iglesia.

Como Damas y Caballeros del Santo Sepulcro, estamos llamados a ser «embajadores convencidos y sinceros de la Paz y del Amor»; un deber importante, sobre todo en estos tiempos que parecen haber olvidado el principio de la fraternidad y del bien común. Momentos como el que hemos vivido en Lugano son muy valiosos, porque nos ayudan a renovar nuestra promesa, compartida con tantos hermanos y hermanas en la fe, y a reconstruir esos lazos de amistad basados en la caridad, que son el fundamento de nuestra misión en la Iglesia y en el mundo».

(Abril del 2023)