La reunión de otoño del Gran Magisterio de 2022

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Gran Magistero ottobre 2022

Reunidos en el Palazzo della Rovere de Roma, en torno al cardenal Fernando Filoni, Gran Maestre, los miembros del Gran Magisterio celebraron su sesión de otoño el 12 de octubre, tras una misa en honor de Nuestra Señora de Palestina, celebrada en la iglesia del Santo Spirito de Sassia y presidida por el cardenal Fortunato Frezza.

Antes de la comida amistosa, el Gran Maestre entregó al cardenal Frezza - antiguo Maestro de ceremonias del Gran Magisterio y nombrado cardenal por el Papa durante el último consistorio - la insignia de Caballero de Gran Cruz, agradeciéndole calurosamente el generoso y apreciado servicio que ha prestado a la Orden.

Por la tarde, la reunión de otoño del Gran Magisterio se desarrolló según el orden del día, con las intervenciones del gobernador general Leonardo Visconti di Modrone, la lectura de la intervención del Patriarca latino de Jerusalén, Su Beatitud Pierbattista Pizzaballa, que estaba ocupado por otras obligaciones, el informe del tesorero Saverio Petrillo, el informe del director administrativo del Patriarcado, Sami El-Yousef, seguido del debate entre los participantes y las conclusiones del cardenal Fernando Filoni.

El Gobernador recordó brevemente los momentos más destacados de 2022, como la solemne peregrinación del Gran Maestre a Tierra Santa, la reanudación de los encuentros para las investiduras y las reuniones entre Lugartenencias, tras la pandemia. Insistió, en particular, en la presencia de los Grandes Priores en la próxima Consulta de la Orden, la asamblea general prevista para dentro de un año, en compañía de los Lugartenientes, con el fin de profundizar en el tema de la formación espiritual de los miembros. También habló de las obras que se están realizando en el Palazzo, de las que se hará cargo la empresa hotelera que se está aún escogiendo para gestionar parte del edificio en beneficio de la Orden y, por tanto, de Tierra Santa. El embajador Visconti di Modrone también destacó la reciente ampliación de la Orden en Eslovaquia y los planes de implantación en otros países, especialmente en África.

En su discurso, el Patriarca Pizzaballa dio especialmente las gracias a la Orden, sin la cual la Madre Iglesia de Jerusalén no podría vivir serenamente, según sus palabras. Mencionó varios proyectos pastorales, que consideró importantes, entre ellos el centro pastoral para la Galilea en Haifa y el próximo Vicariato que se creará en Chipre, donde la actividad pastoral está creciendo.

El Tesorero del Gran Magisterio presentó el presupuesto para 2023, confirmando que se pagarán 13,4 millones de euros al Patriarcado latino, gracias a las contribuciones de los miembros. Sami El-Yousef, en nombre del Patriarcado, destacó la importancia del apoyo de la Orden para cubrir los salarios de 2000 empleados de la diócesis de Jerusalén, en Jordania, Palestina, Israel y Chipre. Además, explicó las necesidades de la diócesis en el ámbito humanitario (debido a la crisis económica y al desempleo, especialmente en Palestina y Jordania), y volvió a destacar la prioridad de la educación, con la red de escuelas y universidades que la Iglesia católica debe mantener.

A continuación, el Gobernador General cedió la palabra al presidente de la Comisión para Tierra Santa, Bart McGettrick, que el pasado mes de septiembre había realizado la primera visita sobre el terreno, en tres años, de la Comisión. En su opinión, algunas Lugartenencias no han comprendido aún la urgencia de la población de Tierra Santa y queda mucho por hacer para incentivar sus donaciones.

Tras el gran debate que siguió a las diferentes intervenciones, con intercambios en línea (varios miembros del Gran Magisterio estaban de hecho conectados virtualmente con el Palazzo della Rovere), el Gran Maestre concluyó los trabajos, insistiendo en el significado eclesiológico del apoyo a Tierra Santa, explicando que el donativo de cada miembro es ante todo un gesto de amor hacia la Iglesia Madre de Jerusalén, una expresión de la profunda fe de los Caballeros y Damas. El texto esencial y fundamental del cardenal Filoni sobre este tema acababa de ser publicado en primera página providencialmente al mismo tiempo por el Osservatore Romano -el periódico oficial de la Santa Sede-, después de haber sido enviado a todos los Lugartenientes y Delegados Magistrales para que lo transmitieran ampliamente a los Priores, a los Grandes Priores y a todos los obispos del mundo.

 

François Vayne

 

(Octubre de 2022)

Sami El-Yousef

El informe del director administrativo del Patriarcado latino destaca las actividades pastorales que al final han podido reanudarse tras la pandemia

 

Tras la reanudación de numerosas actividades después de los prolongados cierres debidos a la pandemia en Tierra Santa, Sami El-Yousef, director administrativo del Patriarcado latino, aprovechó la reunión de otoño del Gran Magisterio del 12 de octubre para informar sobre el estado de los trabajos en los distintos frentes de acción de la diócesis apoyados por la Orden del Santo Sepulcro, así como para hacer una presentación de lo realizado en los últimos cuatro años con pequeños proyectos. En efecto, en 2019, el Gran Magisterio y el Patriarcado latino decidieron trabajar no sólo a través de un apoyo mensual fijo para los gastos institucionales, las escuelas, el Seminario, la financiación de algunos proyectos de gran y mediana envergadura y la ayuda humanitaria, sino también abrir la posibilidad de que las Lugartenencias seleccionen pequeños proyectos para ser apoyados en su totalidad, facilitando así la realización de actividades que requieren un presupuesto menor y, al mismo tiempo, pueden ser una oportunidad para establecer una relación directa entre una Lugartenencia y una comunidad local en Tierra Santa.

Por desgracia, la iniciativa de los pequeños proyectos coincidió en gran medida con el periodo de la pandemia, ralentizando, e incluso en algunos casos deteniendo por completo, las iniciativas. Los proyectos han sido muy diversos en los últimos años: desde la renovación o construcción de nuevas salas en diferentes edificios del Patriarcado (centros juveniles, residencias de ancianos, conventos de monjas, etc.), hasta la renovación de aulas, bibliotecas o laboratorios de ciencias en colegios, o incluso las necesarias obras de seguridad en diferentes instalaciones.

Sami El-Yousef describió en primer lugar los retos actuales en el plano económico (debido a la guerra en Ucrania y al aumento de los precios, así como al drástico impacto del desplome del tipo de cambio del euro frente al dólar) y en el plano social (la elevada tasa de desempleo en las regiones del Patriarcado latino). Aunque gran parte de las obras de renovación de las instalaciones se han llevado a cabo en los últimos años, ahora hay que prestar más atención a las actividades pastorales. «La principal diferencia entre el presupuesto de este año y los de años anteriores es la solicitud por todos los sitios de aumentar los recursos dedicados a las actividades pastorales, considerando que al salir del periodo de restricciones sanitarias, éstas pueden por fin reanudarse», comentó el director administrativo del Patriarcado. Estas actividades reflejan la vitalidad de las comunidades locales e incluyen actividades para jóvenes, campamentos de verano, servicios litúrgicos y mucho más.

Además de las actividades pastorales, ahora hay que prestar especial atención a las iniciativas humanitarias. En los últimos años, el fondo humanitario acordado entre el Gran Magisterio y el Patriarcado asciende a un millón de dólares y consigue cubrir varias acciones importantes: la compra de medicamentos para los necesitados, la asistencia social, el apoyo al pago de las tasas escolares de las familias necesitadas, los programas de capacitación e iniciación laboral para mujeres y jóvenes, especialmente en Gaza y Jerusalén del Este, los programas de apoyo a los refugiados iraquíes en Jordania, etc.    

No hay que olvidar que las partidas que más repercuten en el presupuesto anual del Patriarcado son los salarios (unos 2.000 empleados, el 80% de los cuales son cristianos) y las 44 escuelas que ofrecen educación en un contexto católico a unos 20.000 alumnos (60% cristianos en total, pero con porcentajes diferentes en Palestina, Jordania e Israel).

En este 175º aniversario del restablecimiento del Patriarcado latino en 1847, la Orden del Santo Sepulcro, presente en todo el mundo, continúa su misión de acompañar a esta diócesis, apoyándola y acompañando sus esfuerzos en favor de las piedras vivas de Tierra Santa.

 

Elena Dini