Una llamada para apoyar la vida espiritual de los miembros

La reflexión del Gran Maestre

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Pastores Dabo Vobis Pastores dabo vobis, el lema del cardenal Edwin O’Brien, recuerda la promesa de Dios transmitida por el profeta Jeremías: “Os daré Pastores según mi corazón” (Jr 3, 15).

Todos conocemos la declaración de apertura fundadora en el artículo 2 de nuestro Estatuto que indica el objetivo principal de los miembros de la Orden del Santo Sepulcro: “...Robustecer en sus miembros la práctica de la vida cristiana, con absoluta fidelidad al Sumo Pontífice y según las enseñanzas de la Iglesia...”.

Según nuestros registros, 7,3% de nuestros miembros son eclesiásticos – de los cuales la mayoría son sacerdotes (los Lugartenientes individuales varían de manera significativa en el porcentaje de los miembros sacerdotes). Tengo la firme impresión que nuestros sacerdotes podrían contribuir de manera más efectiva realizando el objetivo de nuestros miembros para alcanzar una santidad personal y desearía pedir a nuestros Lugartenientes y Priores que aporten su ayuda en este sentido.

En efecto, tenemos que animar a nuestro clero para que sirvan más como capellanes que como “caballeros”. No dudo que la mayor parte de nuestros sacerdotes van a aceptar el reto pastoral de servir a los miembros en todos los niveles y en todas las regiones de nuestras lugartenencias con una ayuda espiritual:

  • Programación litúrgica y consejo;
  • Orientación espiritual individual;
  • Disponibilidad para la Reconciliación unida a otras liturgias;
  • Conferencias para los miembros y para los eventuales miembros o aquellos que están en formación;
  • Ayuda para identificar nuevos miembros de valor;
  • Sensibilización organizada para los miembros “inactivos”;
  • Meditaciones con forma de newsletter.

Esto implicaría tres etapas para cada Lugarteniente y el personal:

  1. Conocer perfectamente a cada miembro sacerdote y tener un conocimiento específico a la vez de su voluntad de ayudar y del campo citado más arriba en el que podría ofrecer sus servicios.
  2. Explicar claramente a cada nuevo miembro eclesiástico que al ingresar en la Orden toma importantes responsabilidades espirituales y pastorales, dentro de lo que pueda hacer.
  3. Informar a los miembros de los recursos que nuestros “Caballeros Capellanes” pueden ofrecerles.

Como ya dije en nuestro encuentro de primavera con los Lugartenientes de Europa y América del Norte, hay ahí un gran potencial para la consolidación espiritual en nuestra Orden.

Para los eclesiásticos muy comprometidos ya: ¡Muchas gracias!

Para aquellos que todavía no lo están mucho: ¡Necesitamos su ayuda!


Edwin Cardinale O'Brien


(29 de julio 2016)