Puesta al día del Patriarcado latino sobre los efectos del COVID-19

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Calles vacias en Jerusalén

Poco antes de Pascua, el Administrador General del Patriarcado latino de Jerusalén, Sami El-Yousef, hizo un balance de la situación a la que se enfrentan las comunidades locales en Palestina, Israel y Jordania. Palestina y Jordania tienen un número relativamente bajo de casos, pero han impuesto severas restricciones desde el comienzo de la pandemia. Israel hizo lo mismo más tarde, pero tiene un mayor número de casos y muertes debidas al Covid-19.

Se descubrieron los primeros casos de coronavirus de la región en un hotel de Belén a principios de marzo. La autoridad Palestina declaró el estado de emergencia nacional el 5 de marzo de 2020, con el cierre de escuelas, universidades y lugares de culto. El 4 de abril de 2020 se prorrogó el estado de emergencia nacional por otros 30 días, a pesar de la tasa relativamente baja de propagación. «Dado que se paralizó la vida, todos los negocios cerraron afectando prácticamente a todos. La zona más afectada es Belén, con su alta tasa de turismo relacionado con los negocios, mientras que en otros lugares la crisis ha tardado más en hacerse sentir, especialmente en las zonas del Norte de Cisjordania, donde se permitía que los jornaleros que trabajan en Israel siguieran haciéndolo temporalmente, sólo para ser enviados recientemente de vuelta a los territorios palestinos debido a las vacaciones judías. Como resultado, todos los jornaleros de Israel se ven ahora privados de sus ingresos sin ninguna protección. Es difícil obtener estadísticas sobre el desempleo en este momento, pero es fácil adelantar la cifra del 50-70% actualmente», escribió Sami El-Yousef el 8 de abril. Afortunadamente, se han registrado muy pocos casos en Gaza.

En Jordania, todas las escuelas cerraron el 9 de marzo. A mediados de marzo, el gobierno declaró el estado de emergencia nacional e impuso el confinamiento el 17 de marzo de 2020. Antes de la pandemia, «el desempleo en Jordania era del 19%, afectando principalmente a los jóvenes, con tasas de desempleo del 49% para los menores de 19 años y del 39% para los de 20 a 24 años. Estas tasas se han visto duplicadas en las últimas semanas», dice el administrador general del Patriarcado latino.

En cuanto al proceso educativo, tanto en Palestina como en Jordania, las escuelas pudieron continuar su enseñanza en línea utilizando la nueva plataforma EduNation adoptada a principios de año y que se presta a la educación a distancia. En Jordania, desde que comenzó el confinamiento, los maestros han estado participando en talleres de formación sobre cómo enseñar on line, una oportunidad de la que no disfrutan sus colegas palestinos. Sin embargo, - explica Sami El-Yousef - hay grandes desafíos en la educación en línea debido a la falta de tecnología apropiada y de acceso a internet en muchos hogares, así como al hecho de que las familias numerosas tienen que compartir un solo ordenador y muchas no tienen el nivel de educación necesario para ayudar a sus hijos.

En Israel, las escuelas cerraron el 16 de marzo. Allí, «el Ministerio de Educación se ha comprometido a pagar todas las subvenciones concedidas a las escuelas antes de que finalice el año escolar, lo que permitirá que las escuelas paguen los salarios en su totalidad, sin grandes dificultades financieras», añade el administrador general del Patriarcado latino.

A finales de abril se informó que el desempleo en Israel había pasado de menos del 4% antes de la pandemia al 27%. Esta es una mala noticia para la comunidad de emigrantes de Israel, que sufre mucho porque «muchos están indocumentados y trabajan como jornaleros. Fueron los primeros en ser despedidos de sus trabajos y no tienen derecho a la asistencia social del gobierno y tampoco a la seguridad social», comenta Sami El-Yousef.

Como hemos visto en muchas partes del mundo, el apoyo de una comunidad a otra y entre vecinos ha sido un medio vital de supervivencia y Mons. Pizzaballa ha alentado insistentemente este tipo de ayuda. «Ha funcionado muy bien durante este último período y hace mucho tiempo que no hemos visto tanta generosidad local. Las parroquias más ricas apoyan a los que tienen menos medios», dice Sami El-Yousef con alegría. «Sin embargo -concluye-, como se esperaba, y como esta situación está empezando a prolongarse y continuará durante mucho tiempo, incluso cuando la emergencia haya terminado y volvamos gradualmente a la normalidad, se prevé que el desempleo siga siendo elevado en el futuro y las familias necesitarán asistencia».


Elena Dini


(mayo 2020)